sábado, 26 de junio de 2010

Corazones para papás

El sábado 19 volvimos a San Valentín con muchas expectativas para trabajar el derecho a la protección contra la discriminación. El día estuvo muy lindo, fresco pero soleado; sin embargo concurrieron sólo cuatro chicos. Las razones por las ausencias fueron variadas: no estaban en sus casas, estaban enfermos, tenían partidos de futbol, entre otras. Esto nos dejó pensando sobre lo que significa para los chicos y para Loly (la coordinadora) ir cada 15 días a los talleres; pero también nos hizo repensar nuestros modos de dictarlos, nuestra relación con los chicos, y otras cuestiones que quizás influyeron a la ausencia de más de diez chicos.

De todas maneras, si bien no pudimos hacer la actividad que habíamos organizado para esa fecha, decidimos dedicar el tiempo del taller al día del padre para que los niños que sí habían ido, aprovechen los materiales, la leche que Loly había preparado, y también a nosotros mismos para compartir una actividad distendida juntos.

Narela, Franco, Luciano y Yair, dibujaron en hojas y cartulinas tarjetas dedicadas a sus papás con frases como “Feliz Día Papá” o “Te amo mucho”. Los colores que eligieron eran muy divertidos, pintaron con crayones, lápices y fibras las producciones. También pegaron corazones, escudos del equipo de fútbol de sus padres. Y por último decidieron esconderse los carteles debajo de la ropa, para sorprenderlos al día siguiente con los hermosos dibujos que hicieron.

A pesar de todo, pasamos un día precioso, charlando, dibujando y riendo: un balance más que positivo.

El próximo encuentro, podremos saber si la poca concurrencia fue circunstancial o si es algo más profundo. Continuará…


Bel Martín

viernes, 25 de junio de 2010

Educación mural

El sábado 19 de junio asistimos a un nuevo encuentro en el comedor La Boyera, en el cual se trabajó con el derecho a la educación.

Como primera actividad, planteamos una charla en la que cada uno de los chicos expresaba qué entendía por educación y cómo ese derecho se veía aplicado en su cotidianeidad. Algunos comentaron que aplicar esta norma era importante para poder ser parte de un determinado escalafón social (los educados) y de esa manera no ser pasado por encima, ya que entendían que tener conocimientos es tener poder; Y el poder genera posibilidades de crecimientos; Y poder crecer, para los niños, era poder tener más dinero.

Si bien lo que plantearon los niños es entendible desde el punto de vista del crecimiento económico en una sociedad liberal y de consumo, les dimos a entender que no solamente ser educado sirve para escalar monetariamente, sino que también, se aplica a diario cada conocimiento que se adquiere. Por ejemplo: para no ser rechazado por la comunidad hay que saber que no se puede comer directamente del plato con la boca. Hay cubiertos y una serie de rituales estipulados socialmente para el acto de la ingesta alimenticia que permiten una integración social y no pasar como un inadaptado.

Luego expresaron algunas ideas sobre la educación escolar y como ellos se forman a diario a través de los conocimientos que la institución les brinda.

Este tema nos dio el puntapié para seguir con la segunda actividad pensada: los separamos en grupos de entre cinco y seis chicos y les planteamos la idea de hacer un periódico mural en el cual expusieran aspectos positivos y negativos de la escuela. No solamente en lo referido a las materias, sino también a lo edilicio y a las condiciones en las que desempeñan su aprendizaje.

Este modo de comunicación alternativa en la que los chicos dieron sus puntos de vista acerca de su educación, lo utilizamos para abarcar dos puntos importantes; primero: ver como ellos pueden expresar sus ideas de manera sintética; segundo: para cumplir con uno de los ítems planteado en el proyecto; el de darle voz, a través de medios no tradicionales, a aquellos que no la tienen.

Por último, y con los minutos corriéndonos de cerca, comimos una “riquísima” torta de vainilla cubierta con chocolate al honor de aquellos chicos que cumplían o cumplieron años en el mes de Junio. Sin poder entonar el “feliz cumpleaños” por falta de tiempo nos despedimos afectuosamente hasta el derecho siguiente.


Martín Mendez

lunes, 14 de junio de 2010

Reencuentro en Virgen de Lujan

El Comedor Virgen de Luján fue nuevamente el lugar de encuentro entre algunos jóvenes extensionistas, conocidos bajo las siglas del J.E.I., y varios niños y niñas de un barrio ubicado en Gran La Plata, teniendo en cuenta una cita pactada quince días antes.

Las actividades organizadas por el grupo se basaron, en un principio, en el repaso de la visita anterior, a la que los niños sorprendiendo a los extensionistas, respondieron con exactitud.

De esta manera, conformes con los resultados obtenidos, los Jóvenes en Interacción dieron inicio a la definición del derecho a la salud. Para lograr la atención y dar una fácil explicación del tema se organizó un juego, conocido bajo el nombre de “el juego de la montaña”. Este juego consistía en completar casilleros con letras hasta formar diferentes palabras que tuviesen relación con el tema, y a medida que lo hacían un “hombrecito” iba subiendo escalones hasta llegar a la cima.

Cuando los casilleros estaban llenos y la palabra estaba formada se les pedía a los niños que expresaran lo que esta palabra les generaba o les deba a entender. Como de costumbre, la timidez callaba a los niños, pero la intervención y ayuda de los adolescentes impulsó una charla productiva.

Una vez finalizada esa actividad estaba previsto comenzar con otra, un tanto menos teórica, que tenía que ver con representar el cuidado higiénico diario mediante una obra de teatro en la que participarían todos. Pero el horario jugó una mala pasada y la actuación tuvo que ser suspendida para la próxima reunión.

En su lugar, se les otorgó a cada uno de los jovencitos un librito donde estaban los derechos aprendidos hasta el momento y sus respectivas responsabilidades, para que coloreen y de esta manera hagan un repaso individual.

Así la reunión llegó a su fin, los coordinadores trajeron la leche y torta para que los chicos se alimenten, lo que dio lugar a una nueva despedida de los extensionistas.

Sacha Lechner

Un sábado especial

No nos levantamos como cualquier otro día, éste tenía algo especial, algunos con experiencia, otros no, pero la sensación era la misma. “Hoy hacemos nuestra presentación en el comedor”, otra cosa no pasaba por nuestras cabezas.

Era la hora de la verdad, no sabíamos si las reuniones y el hecho de juntarnos a decidir las actividades eran suficientes para llevar acabo esta función, pero las ganas y el entusiasmo no cesaban.

El reloj marco la hora de partir hacia Virgen de Lujan, y así el recorrido comenzó. Lu, conocida como la chofer oficial del grupo, se encamino a buscarnos en los diferentes puntos de encuentro, el principal era El Dardo Rocha, ubicado en 7 y 50.

Ya eran las tres de la tarde cuando, tras varios minutos en auto, arribamos al comedor y los niños que se encontraban esparcidos por el barrio, algunos en sus casas, otros en las cercanías del establecimiento, comenzaron a acercarse al lugar tras notar nuestra llegada.

Una vez todos reunidos en el patio del comedor, Lu, Mimi, Lala y yo, sorprendidos por la cantidad de niños que los recibían con sonrisas y alegría, nos presentamos junto a nuestro proyecto. Les explicamos cuales eran nuestros planes y objetivos y les preguntamos si ellos querían ser cómplices de nuestras actividades. Para nuestra alegría se entusiasmaron y nos respondieron con un si.

En ese momento nos dimos cuenta de que juntos podríamos lograr algo muy bueno y dimos inicio al producto de nuestras reuniones y juntadas.

El hecho de que nos encontráramos frente a niños de varias edades, desde siete a trece años, hizo que comencemos con una explicación básica desde el principio. “¿Qué significa derecho?” Fue la primera pregunta, luego lentamente, con explicaciones y definiciones, fuimos internándonos en el derecho a una identidad.

La timidez de los jovencitos nos vio obligados a inventar un juego para que se suelten, y así poder entender este derecho en conjunto. El juego que utilizamos consistía en hacer una ronda y pasarse una pelota, el que recibía el balón debía presentarse y darse a conocer y luego pasarla para que lo hagan sus compañeros.

Con este juego los niños comprendieron el derecho, y también aprendieron la responsabilidad que este conlleva, la de respetar las formas de ser de los demás y de no discriminar, ya sea por ser otro país o religión, y sobre todo no burlarse de los demás con sobrenombres que hieran los sentimientos.

Una vez finalizada esta actividad, los coordinadores del comedor llamaron a los niños a tomar la leche acompañada por una porción de pan dulce. Nos quedamos charlando con ellos mientras merendaban hasta que llego la hora de irnos.

Ya eran las seis de la tarde, y el sol comenzaba a caer, después de varios besos y abrazos nos despedimos con la promesa de volvernos a ver quince días más tarde.

Sacha Lechner

viernes, 4 de junio de 2010

Vamos por más...

Mañana se llevará a cabo una nueva jornada en los comedores. La semana pasada, sólo se asistió a Virgen de Lujan, porque debido a la lluvia se suspendieron las actividades en el resto de los comedores. Algunos van a tratar el derecho a la Salud, que lo vienen postergando, y otros ya arrancan con el derecho a la Educacíon.
Para que todos estén al tanto de cómo van los otros grupos, no se olviden de enviar una vez finalizada la jornada las notas, fotos, comentarios, etc. así se suben al blog.
Además, como propuesta, pongan en sus facebooks, o nicks, el enlace con la dirección de este espacio para lograr un mayor alcance y divulgación.
Para finalizar, como un detalle para los que no lo saben, los integrantes hombres del JEI formaron un equipo de fútbol, para competir en el torneo que organiza el Centro de Estudiantes de la Facultad de Periodismo. Y a su vez, muchas de las mujeres del JEI también competirán en el torneo deportivo femenino.
Muchos éxitos para los grupos que mañana tienen actividad!

Grillo Guillermina